Tras varios meses en lo que los que más pequeños han disfrutado de un mayor tiempo libre para jugar y practicar sus actividades favorita, el final del verano supone la vuelta al cole, y también la vuelta a los hábitos y las rutinas que tan fácil les ha resultado olvidar durante estos meses. Esta vuelta puede resultar, en ocasiones, un poco traumática para los más pequeños que deben adaptarse a nuevos horarios y actividades que no siempre son de su agrado. Por ello, para hacer este cambio menos notorio es importante que el juego y los juguetes acompañen a los niños en este proceso.

Es necesario seguir dejando tiempo y espacio libre para el juego, para que gracias a él los más pequeños puedan dejar volar su imaginación y liberarse del estrés que este cambio de situación puede provocarles.

Juguetes que, además, facilitan el aprendizaje

Además los juguetes deben acompañar a los más pequeños en la vuelta al cole, ya que estos juguetes también les permitirán aprender de forma divertida y amena los conocimientos adquiridos en clase.

Un ejemplo claro de esta orientación pedagógica de los juguetes son los MEJORES JUGUETES 2015 elegidos por un jurado de expertos, entre los que se destacan juguetes de gran valor didáctico.

Juegos de mesa que adaptan la dificultad de las peguntas a la edad del jugador, pequeños muñecos que dan a conocer las primeras emociones a los más pequeños, espacios pensados para dejar volar la imaginación y la creatividad, juguetes que facilitan la compresión de la geografía, etc. Puedes conocer estos juguetes en www.mejorjuguete.com

Cada juguete está pensado para desarrollar una o múltiples capacidades en el niño, por lo que gracias al juego se verá favorecido el aprendizaje del niño.

Los niños que más juegan sacan mejores notas

Como demuestras diferentes estudios, aquellos niños que disponen durante el año de mayor tiempo para el juego obtienen mejores resultados académicos.

Y es que el juego proporciona aptitudes que no siempre se aprenden en las aulas, el juego enseña a los más pequeños a socializarse, les enseña a respetar unas normas preestablecidas, a empatizar, a plantearse restos, aumenta la confianza en sí mismos, ser más disciplinados y mantener la atención y concentración. Estas enseñanzas son básicas para poder hacer frente al día a día de la escuela y les prepara para adquirir nuevos conocimientos.

De hecho, en países europeos donde los niños pasan gran parte de su tiempo libre jugando, obtienen unos excelentes resultados académicos.