“Aprender a ser” jugando con disfraces
Policía, bombero, superhéroe, princesa…con la llegada del carnaval los más pequeños pueden convertirse en aquello que desean y, además de divertiste jugando, aprender aptitudes fundamentales para su desarrollo. A través del juego con disfraces los niños aprenden a ponerse en la posición de otro, desarrollan su imaginación, el pensamiento abstracto, la socialización y la atención.
Además, los disfraces permiten introducir a los niños en las reglas sociales, aprendiendo normas y comportamientos imprescindibles para la vida adulta, la empatía y la expresión de sentimientos. Por todo ello es recomendable jugar con disfraces a lo largo de todo el año. Como un juguete más, los disfraces se convierten en una fuente de aprendizaje.
Disfrazarse, mucho más que un juego
Los niños quieren parecerse a sus ídolos y héroes, quieren imitar los comportamientos de aquello que quieren ser y enfundados en su disfraz representan también comportamientos y expresiones que ven reflejados en su personaje. De este modo, adquieren jugando y sin darse cuenta, el aprendizaje que el juego simbólico aporta a su crecimiento. Se fomenta la interacción y cooperación con otros niños que también representan personajes, introduciendo en el juego normas sociales y fomentando la empatía.
¿Cómo se crean los disfraces?
El diseño de nuevos disfraces, tal y como sucede con otros juguetes, está también muy ligado a las licencias del momento, al personaje de moda. “Los últimos acontecimientos y los estrenos de cine marcan las tendencias en disfraces” como apunta Mariana Attanasio de Rubie´s Spain.
Pero también los clásicos siguen teniendo una gran aceptación en el mercado “En cuanto a disfraces infantiles, entre 0 y 3 años, la temática de animales es la más demandada. A partir de 4 años los disfraces de cuentos de fantasía y animales son los de mayor éxito” como indica Luis Miguel Aroca de Nines D´Onil Export.
Las empresas especializadas en la fabricación de disfraces realizan durante estos días alrededor del 40% de sus ventas anuales. A pesar de ello, destacan la importancia de los disfraces también en otras épocas del año “Halloween y Navidad son también momentos clave en la compra de disfraces y también existe una tendencia que lo hace estar cada vez más presente a lo largo de todo el año, por ejemplo, en fiestas temáticas, etc.” como señala Lidia Sempere de la empresa Limit Sport.
Y es que los disfraces no sólo son un juego de niños, sino también de adultos. “Los disfraces de adultos, con modelos divertidos y graciosos, tienen también un gran éxito. Y en los últimos años hemos visto que los disfraces familiares, aquellos que tienen una versión infantil y otra adulta tienen una gran aceptación para eventos como fiestas de pueblos, etc” destacan desde Nines D´Onil Export.
Así, el juego con disfraces se convierte también en una de las formas de jugar más recomendadas entre padres e hijos. De esta forma toda la familia puede crear un nuevo universo en el que adquirir nuevos roles diferentes a los tradicionales. La imaginación como telón de fondo, nos permite conocer un poquito mejor a nuestros hijos y estrechar lazos a través del juego.
Disfraces seguros
Los disfraces dirigidos a niños de entre 1 y 14 años, deben cumplir con unos requisitos de seguridad necesarios para garantizar que el juego no entrañe ningún riesgo para el niño.
Las recomendaciones a tener en cuenta para elegir el disfraz son:
- Es muy importante que el disfraz lleve el marcado CE, con el que el fabricante declara la conformidad con la legislación aplicable, como la no inflamabilidad de los tejidos o la composición química de los cosméticos.
- Se debe comprobar que no hay cordones que puedan hacer lazo cerca del cuello o cabeza, y que las máscaras que cubran completamente la cabeza tengan un área de ventilación suficientemente grande para evitar cualquier riesgo de asfixia.
- El etiquetado de los cosméticos debe incluir la descripción de los componentes, fecha de caducidad y datos de contacto del responsable del producto en la UE.
- Aquellos disfraces que simulan equipos de protección (cascos, gafas…) deben advertir de que el producto no ofrece protección real.
A pesar de que los disfraces para adultos, es decir, para mayores de 14 años, no tienen la consideración de juguetes, en España deben cumplir con las especificaciones en materia de requisitos físicos, mecánicos, de inflamabilidad y de elementos químicos descritos por las normas EN 71-1, EN 71-2 y EN 71-3.
Para más información, pueden consultar la web www.niñoseguro.es