Los parques infantiles se han convertido en los espacios preferidos de muchos peques, sobre todo ahora que las temperaturas permiten el juego al aire libre, los días se prolongan y se acercan las vacaciones escolares.

En estos parques los niños pueden dar rienda suelta a su imaginación y jugar, no sólo con sus juguetes de aire libre, sino también con otros niños con lo que crean nuevas aventuras. Pero además, estos parques pueden ayudar a combatir el aburrimiento y la depresión infantil.

Así lo destaca un estudio realizado por la Universidad British Columbia que afirma que la incorporación de elementos naturales a estos parques, como más vegetación y pequeños lagos o fuentes de agua, refuerza los beneficios de los mismos.

El estudio,  realizado con 46 niños de entre 2 y 5 años, destacaba que el importante coste de renovar los parques infantiles puede asumirse si en lugar de renovar mobiliario se introducen alternativas naturales  como diferentes plantas o fuentes de agua.

Según los resultados de este estudio, tras varias visitas al mismo parque, los pequeños mostraban signos de aburrimiento. Tras la incorporación de estos elementos naturales al mismo parque, se observó que los niños sonreían más e iniciaban nuevas actividades de juego relacionándose con otros niños y con el nuevo espacio natural.