Hoy en día encontrar imágenes de niños y niñas en redes sociales es común. Comparten selfies antes, durante y después de cada actividad que realizan. Pero lo que puede ser una forma divertida de compartir con sus amigos sus actividades y ocio, puede convertirse en una obsesión de la necesidad de aprobación por parte de los demás.

El número de “me gusta” obtenidos, así como las interacciones de sus amigos con sus fotografías, hace que los niños y niñas se comparen entre ellos y pueden alterar la forma en la que se ven ellos mismos, causando graves daños a su confianza y autoestima.

Según un estudio realizado en Estados Unidos “Chlindren, Teens, Media, and Body Image” entre niños y adolescentes activos en redes sociales, un 35% está preocupado por si son etiquetados en imágenes en las que no salen bien, el 27% se siente estresado con su apariencia en las imágenes que cuelga y el 22% se siente mal consigo mismo si las fotos que sube a la red social son ignoradas y no reciben interacciones.

¿Qué podemos hacer los padres para evitar estas consecuencias negativas de las redes sociales?

Existen numerosas redes sociales pensadas para los más pequeños en las que se relacionan con otros niños. Estas redes incluyen el control paternal de modo que la información de los niños es segura.

Ente los ejemplos encontramos la nueva Lego Life, que todavía no ha llegado a nuestro país, y Banana Connection.

Fuente: CNN.com