Microrrelato del juego y el juguete
UN SAPO MUY ENCANTADO (Por Patricia Saura)
Sobre una piedra junto la laguna,tras pasar media tarde dándole vueltas al asunto, se le ocurrió un buen final y, con una sonrisa pícara, redondeó el relato: «…y entonces la princesa besó al sapo y éste se convirtió en un apuesto príncipe».
Terminó de escribir el cuento, repartió copias por todos los aposentos de palacio y se marchó ansioso a su charca a esperar ingenuas princesas lectoras.